Metro de Ciudad de México. Línea 1. Estación Zaragoza.
Estación inaugurada el 5 de septiembre de 1969, funcionó como terminal oriente de la línea 1 hasta su conexión con la estación Pantitlán, actual término de la línea.
Su icono representa al General Ignacio Zaragoza, montado sobre un caballo que pisa una corona imperial, símbolo de la derrota del ejército francés de Napoleón III en la batalla de Puebla el 5 de mayo de 1862.
Ignacio Zaragoza nación en Bahía del Espíritu Santo, Texas, en 1829, cuando Coahuila y Texas formaban un solo estado. Pero al perderse Texas en la guerra de conquista, Zaragoza queda sin patria chica. Trató de unirse al ejército para combatir a los gringos en la guerra de 1846-1848, pero fue rechazado por su edad (17 años).
Guillermo Prieto describió a Zaragoza, años después como un general que odiaba las medallas (que le recordaban al ejército santanista al que él combatió) y que adoraba a su tropa (con la que había una empatía que iba más allá de la forma). Se dice que había sido sastre.
Posteriormente se agregó a las guardias nacionales (1853) como sargento y de ahí un ascenso progresivo hasta que Benito Juárez lo nombró Ministro de Guerra antes de la intervención francesa.
Durante este periodo, Zaragoza solicita su baja del Ministerio de Guerra y propone su degradación (cosa que no será rara entre los liberales del s. XIX, Mariano Escobedo también lo hizo al bajarse el grado de General Brigadier a Coronel al regresar de atravesar la guerra de secesión de EEUU buscando a Juárez) a General de Brigada. Juárez aceptó y lo puso a órdenes del General López Uraga para la defensa de Puebla del avance francés que se dirigía hacia México capital por el rumbo de Amozoc. La batalla de Puebla merece un estudio aparte, fuera del alcance de esta reseña.
Ignacio Zaragoza Seguín se casó con Rafaela Padilla en 1857, pero fue su hermano Miguel Zaragoza que lo supla en la boda porque él se encontraba peleando contra los golpistas de Zuloaga.
Poco después de la Batalla de Puebla, el General Ignacio Zaragoza cayó enfermo de tifus. Su esposa e hija menor habían muerto unos pocos meses antes, antes incluso de la batalla del 5 de mayo. El General Zaragoza murió, a los 33 años apenas, el 8 de septiembre de 1862. En homenaje, el presidente Juárez decretó que de esa fecha en más, Puebla de los Ángeles sería llamada Puebla de Zaragoza. Juárez jamás volvió a pronunciar la palabra Puebla y siempre que se refería a la ciudad la llamaba Zaragoza.
Un mexicano ejemplar, sin duda, como casi todos los de su generación, el General Ignacio Zaragoza Seguín. Fue enterrado en Puebla y después sus restos trasladados al cementerio de San Fernando en Ciudad de México.
Bibliografía recomendada:
- Taibo II, PI, Patria, tomo 2, Planeta, México, 2017