viernes, 26 de diciembre de 2008

Sísifo y Penélope

Ruy Pérez Tamayo
Patólogo, maestro de la UNAM y miembro del Colegio de México, investigador de tiempo completo y escritor y divulgador de la ciencia en lo que le resta del día, Pérez Tamayo nos regaló, hace montones de años, esta obra comparativa.
Estableciendo una muy clara diferencia entre científicos y tecnólogos, Pérez Tamayo nos ofrece una visión mundana de lo que la ciencia y la tecnología son en la actualidad. En palabras del maestro, la ciencia es lo que hay que hacer para saber y la tecnología lo que hay que saber para hacer.
Un científico, nos dice el autor, es quien está buscando generar un conocimiento que pueda ser aplicado en la cotidianeidad más tarde, mientras que el tecnólogo nos da las herramientas para facilitar el trabajo. El objetivo de la ciencia es el conocimiento, las herramientas de la razón para desentrañar los fenómenos de la vida. La tecnología tiene por objetivo facilitar objetivos particulares por medio de la creación de herramientas que realicen el trabajo.
Así, entendemos que un tecnólogo crea herramientas que facilitan la vida diaria, mientras que un científico nos da los conocimientos para entenderla y, dado el caso, dar al tecnólogo una guía para su creación.
Sísifo debió empujar una piedra cuesta arriba aún sabiendo que su labor no tendría frutos, que cada noche, antes de alcanzar la cima, la piedra caería cuesta abajo nuevamente para que el trabajo recomenzara la mañana siguiente. Su trabajo, aún cuando se esforzara en terminarlo, no daría frutos jamás.
Penélope tejía bajo el argumento de la espera. Sabía que su trabajo le daría un fruto: el tiempo, precioso en su caso, para que su esposo regresara de su empresa y la salvara de sus pretendientes. Su trabajo, que no requería mayor esfuerzo, tenía un objetivo.
Dándonos un panorama muy completo de cómo se (mal)hace la ciencia en México, Pérez Tamayo usa esta comparación argumentando que el trabajo del científico tiene un objetivo final, la adquisición del conocimiento no por el conocimiento per se, sino para que su razonamiento nos redunde en un beneficio. Por el contrario, el trabajo tecnológico no da herramientas para la vida diaria, sin un objetivo particular más allá de facilitar el trabajo.
Aún si Usted no se dedica a la ciencia, Sísifo y Penélope, invenciones y asombros varios sobre la ciencia en México y en el mundo entero, puede darle una visión básica del trabajo de los científicos y los técnicos en muchas áreas del conocimiento.
Editado actualmente por el Fondo de Cultura Económica, cuesta alrededor de 150 pesos, un precio barato si la obra es suficiente para entender un tema que en México es completamente desconocido.
Búsquelo y léalo sin cartabones y sin prejuicios. Puede resultar sorprendido.

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