jueves, 17 de marzo de 2016

De Raymond Chandler



 
 El largo adiós

Raymond Chandler fue uno de los principales escritores del género negro. Hay quien afirma que superó a Hammett en eso de usar un lenguaje lacónico,(1) pero esto me parece excesivo: leer a Hammett es una ejercicio de condensación, de comprensión de un lenguaje sucinto; leer a Chandler no me parece tanto en modo alguno.
Tanto Hammet como Chandler publicaron en la revista Black Mask, pero hay que recordar que Hammet lo hizo apenas acabada la grad depresión y que Chandler publicó su primer libro hasta 1959 y, aparentemente, tratando de emular a Hammett.(2)
Pero Hammett tiene un estilo que sí fue, en efecto, nuevo, y Chandler, con toda su genialidad, no. Es decir, que leer a Chandler es como leer a un Hammett menos lacónico, con un personaje disímil a Sam Spade en que Phillip Marlowe, el detective de Chandler, es un poco más locuaz, mucho menos sarcástico y casi igual de cínico que aquél.
Sin embargo, Chandler tiene la gracia de haber sido otro de los autores que sacaron la vida de los detectives de los salones de té de las casas ostentosas para colocarlos entre los maleantes de todos los días, los que matan y mueren en las calles. Es en esas calles en las que Marlowe se encuentra frecuentemente con policías corruptos, violentos, prepotentes en quienes no es claramente distinguible la línea divisoria entre el delincuente y el representante de la ley. Y sin embargo, tampoco el detective es todo candidez: aun cuando sus acciones están encaminadas a un fin superior (la justicia entendida en su particular sistema de valores), frecuentemente transgrede las leyes para conseguir sus objetivos.
¿Fue Chandler el que dijo que, si la novela que estás escribiendo se atasca, hagas que se abra una puerta y entre un tipo disparando un arma? Esto viene al caso porque ese tipo de giros son frecuentes en la obra que abordamos, El largo adiós.
Como siempre, no voy a hacer un resumen del libro. Si quiere saber de qué va, léalo. Pero sí diré que es una buena obra para comprender a otros autores más recientes del género negro, como John Connolly o Benjamin Black (el primero ya ha sido mencionado en este espacio y el segundo lo será pronto), quienes emulan el modo de escribir de autores como Chandler. Para personas como yo que creen que es mejor un buen libro que una mala serie de televisión, el atractivo de libros clásicos como El largo adiós supera por mucho a obras en las que la gente parece incapaz de funcionar si no está online.
Sin que supere a Sam Spade, Phillip Marlowe es un personaje al que vale la pena leer.

Bis wir wieder lesen.

imagen: RMS


The long goodbye

Raymond Chandler was one of most important writer of the so called black novel. There is ho says that he exceeded Hammett in the use of a laconic language,(1) but I think this is excessive: reading Hammett is an exercise of condensation, a concise understanding of language; reading Chandler does not seem alike to me at all.
Hammet and Chandler published in the Black Mask magazine, but is to remember thant Hammett did it just at the endo of Big Depression and that Chandler published his first book until 1959, apparently, trying to emulate Hammett. (2)
But Hammett had a style that was, in fact, new while Chandler, gorgeous as he was, did not. Meaning that, reading Chandler is like reading a less laconic Hammett, with a character different to Sam Spade as Phillip Marlowe, Chandler´s detective, a little more loquacious, much less sarcastic and almost equally cynical.
However, Chandler has the grace of being another of the authors that take detectives out of the tea rooms in rich houses and put´em between the average and every day gangsters, those who kill and die in the streets. Is in those streets where Marlowe frequently finds corrupt policemen, violent and proponent ones in whom is hard to say where ends the law and begins the crime. Yet, the detective is not all goodness himself: even as his actions are oriented to achieve a superior cause (justice, understanding that in his value system), frequently crosses the line to achieve his purposes.
Was it chandler who said that, if the nouvelle you are writing gets stuck, make a door opens and a man with a gun comes in shooting? This is beside the point because this king of twists are frequently used in the play we are talking about, The long goodbye.
As always, I am not making a resume of the book. If you want to know what it is about, read it. I´ll rather say that is a good book to understand ther black genre authors as John Connolly or Benjamin Black (first has been mentioned in this space and the second will be soon), whom emulates the writing style of authors as Chandler himself. To people like me that believe a good book is too much better than any TV show, the attractiveness of classic books as The long goodbye exceeds by much plays in which people seems to be non-functional at all if not online.
Without exceeding Sam Spade , Philip Marlowe is a character that is worth reading.

Bis wir wieder lesen.

image: RMS

1. 100 volando: “El simple arte de escribir”, de Raymond Chandler [Internet]. [citado el 17 de marzo de 2016]. Recuperado a partir de: http://100volando.blogspot.com/2008/08/el-simple-arte-de-escribir-de-raymond.html
2. Molina  por J. Raymond Chandler, el padre de la novela negra | Jaime Molina [Internet]. [citado el 17 de marzo de 2016]. Recuperado a partir de: http://jaime-molina.com/raymond-chandler-el-padre-de-la-novela-negra/