sábado, 19 de septiembre de 2009

Réquiem


Ayer, la muerte salió de las páginas de los libros y de los blogs y, de nuevo, como ha hecho miles de veces en este año y el anterior y el previo, cobró su cuota a la vida.

Un imbécil se entró a la estación Balderas del Metro de Ciudad de México y, con un plumón de tinta negra (puedo confirmarlo porque esta mañana, al salir del hospital Tacuba para ir a Ciudad Universitaria, pasé por el punto exacto de la estación donde pasó esta desgracia), escribió algo como "México, ..." y todas las mierdas que un estúpido preparatoriano enamorado de la revolución mundial o un torpe borrego de San Salvador Atenco podría escribir en una manifestación. Un policía le llamó la atención y este hijo de la gran puta que lo parió sacó un Smith & Wesson .38 especial y le mató.

Luego, un hombre que intentó desarmar al pistolero con el que forcejeó y cayó al piso varias ocasiones, recibió una bala en la frente, a quemarropa.

Después, el malparido que está en la foto superior empezó a disparar a los pasajeros e hirió a 5, según los noticieros.

Finalmente, la policía judicial del DF entró a la estación, hirió al tirador y lo aprehendió.

Recuerdan que hace una semana otro estúpido tocado por dios secuestró un avión? Pudo ser una distracción política, pero esto de hoy es una consecuencia indirecta, creo yo.

Lo grave no es que estos hechos ilegales (lo del avión) desencadenen conductas psicópatas en gente enferma a priori, ni que un imbécil se suba armado al transporte público (de qué podemos sorprendernos, si es con armas con lo que se apoyan para robar en microbuses, camiones, trolebuses...?), ni siquiera, y aclaro que me conduelo por los dos muertos, el hecho de que haya matado a dos personas.

Lo que me parece más grave y verdaderamente vergonzoso es el hecho de que, mientras el hombre civil forcejeaba con el malnacido, nadie, y digo nadie, hizo un verdadero esfuerzo por ayudarlo a tumbar al infeliz. Es cierto que el video de seguridad muestra a dos tipos que se acercan por el frente del asesino y que luego huyen, pero nadie de los que estaban atrás, al lado, en las puertas del tren cerca de las cuales los hombres forcejearon, ayudó a detenerlo.

Si bien es indiscutible que este hijo de puta jaló el gatillo, todos los cobardes del tren son responsables de la muerte de un hombre que pudo haberse evitado.

Si yo hubiera estado en el tren podría haberme encogido y evacuado en mis pantalones, podría ser el muerto (uno de ellos) o podría ser uno de los que dicen: sí, hijos de la chingada, nosotros somos más que ustedes, pero yo sí hago algo para acabar con esta plaga de malnacidos que nos están encerrando en un corral cercado de miedo.

Deveras estamos hartos de la violencia, del narco, de "estar secuestrados por la delincuencia"? Pues entonces no dejemos que esto pase de nuevo. Contra la acción, la reacción. No digo que todos andemos armados (aunque la idea me ha pasado por la cabeza), sino que no dejemos que otro loco en el Metro mate a un tipo desarmado sin que nadie haga nada. Pinche país de cobardes, de borregos, de agachados, de mierdas. No que tenemos muchos huevos? No que el mexicano se ha levantado de todas sus desgracias? Que la adversidad nos pela los dientes? Pues ayer pareció que no...

Probablemente, si yo hubiera estado presente, aún sin intervenir, me hubieran pegado un tiro (seguro te matan, diría la madre de mis hijos). Pero ante la posibilidad de 50% de que me maten y 50% de que no, quiero aumentar este porcentaje último, defendiéndome. Que tal si alguien lo hubiera desarmado? Ni muertos (más que, lamentablemente, el policía), ni heridos. Sólo otro muerto: el hijo de puta quien empezó todo. Ahora, cuando lo juzguen y hagan el pinche circo de toda la jodida vida, y lo metan al CERESO, a mantenerlo, 400 pesos diarios por preso que, después de cinco años, salga por buena conducta o por beneficio de libertad anticipada y regrese a las calles a hacer las mismas pendejadas.

Debieron haberlo matado.

Pinche país de mierda.

Me gusta México, me gusta mi gente, pero no soporto nuestra jodida mediocridad, nuestra soberana pendeja actitud de vivir con la mano extendida para que el Gobierno nos arregle lo que no hemos podido nosotros mismos por falta de huevos.

Ya es momento de cambiar, no creen?

El video está en YouTube. Lamento, sinceramente, la muerte de esos dos hombres.

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