jueves, 10 de diciembre de 2020

 El decreto del 9 de abril de 1914 

del General de División Pablo González

 

Pablo González y Venustiano Carranza

¿Es cierta la afirmación de que el carrancismo carecía por completo de contenido social? ¿Que el alzamiento de Venustiano Carranza obedeció no solo a su “intención de mantener el orden constitucional” sino a mantener el poder en manos de unas cuantas familias del norte de Coahuila?

Después del golpe militar de Huerta en febrero del 13 Carranza fue uno, sino el primero, de los gobernadores en desconocer al gobierno golpista a través del Plan de Guadalupe (suscrito en la Hacienda del mismo nombre el 16 de marzo del 13 pero publicado el día 30 en Monclova), en el cual no se hacían “(…) promesas bastardas con intención de no cumplirlas (...)".

No. No hay contenido social en el Plan de Guadalupe.

Sin embargo, Lucio Blanco y Francisco J. Múgica realizaron un reparto de tierras de la Hacienda Los Borregos, La Sauteña, Tamaulipas, que concentraba 10% de las tierras de ese estado. A espaldas de Carranza. También es cierto que, después de haber sido nombrado General del División, Pablo González promulgó el decreto que da nombre a este artículo y que fue conocido como la primera ley del trabajo en México. En resumen, el decreto del 9 de abril contenía los siguientes puntos: jornada de 8 horas, salario mínimo de un peso/día, obligatoriedad de pago de media jornada a trabajadores enfermos, seguro de invalidez para trabajadores de más de 10 años de antigüedad de al menos 50% de su salario base. Y aunque hoy sabe a poco, en su momento representaría un triunfo social en el noreste del país, aunque solo fuera un refrito de las ideas magonistas. Y repito: representaría. Si hubiera pasado… porque nunca salió del borrador y sólo hubiera tenido validez en el área de influencia carrancista (Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y la Huasteca).

Así que no, no había programa social, no hubo reparto efectivo de tierras y no hubo reforma laboral.

El ideario carrancista se resumen en el mantenimiento del modo de producción capitalista a cambio de mínimas concesiones a los obreros y peones y mineros, y quedó plasmado en la siguiente frase: “(…)  las reformas sociales que exige el país deben hacerse; pero no prometerse en este Plan, que solo debe ofrecer el restablecimiento del orden constitucional  y el imperio de la ley (…)”, pero jamás dice cuándo se harán tales reformas, ni qué ley pretende proteger.

En mi opinión el “ejército corporativo constitucionalista” –igual que muchos otros ejércitos del mundo– solo buscaba el cambio de poderes de unas manos a otras manteniendo los privilegios de las clases que lo impulsaron. Y las familias que representan esas clases siempre son las mismas: Madero, Carranza, Neira, Castro, Villareal…

Me gustaría saber qué opinaron sobre esto Librado Rivera o los Flores Magón. Habrá que buscar esa información específica.

 

Ricardo Marcos-Serna 

Ciudad Juárez, Chihuahua, 09 diciembre 2020.

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