miércoles, 2 de diciembre de 2020

 

Juárez, la rebelión interminable

Salmerón-Sanginés, P.; Aviña, J.

Memoria Crítica de México, 2007

 


Desde hace algunos años se ha visto en medios electrónicos y publicaciones un intenso intento de la izquierda mexicana para recuperar la figura de Benito Juárez, para sacarla de la Historia de Bronce y acercarla a la actualidad. Esto no tiene nada de excepcional porque una persona o un grupo de personas puede escoger a sus héroes históricos a su conveniencia, de acuerdo a su ideología y a sus intenciones políticas o educativas. Esto es evidente en muchas conferencias de la Brigada Para Leer en Libertad (https://www.youtube.com/user/paraleerenlibertad) y en muchas publicaciones que la misma organización edita o comercializa. No es nada raro, repito, y mucho menos algo que deba recriminarse a ellos o quienes comparten (compartimos) sus ideales. Pero lo que llama la atención es un cierto paralelismo entre la interpretación de este grupo de personas sobre la figura de Juárez y la política de Andrés Manuel López Obrador, quien pretende (y realiza parcialmente) una política de austeridad republicana que, sin parangón con la de los gobiernos juaristas porque las circunstancias políticas y económicas son muy diferentes, puede o no interpretarse como populista o realmente austera y republicana, vaya usted a decidir.

Entre este grupo de personas podemos contar a Taibo II, Beatriz Gutiérrez Müller, Belarmino Fernández, Fabrizio Mejía Madrid, Óscar de Pablo, Paco Pérez Arce, Alejandro Rosas, Luis Fernando Granados, Héctor de Mauleón y muchos más que se pueden disfrutar en las listas de reproducción de la página de YT de la BPLL, en sus series La historia a debate… y las presentaciones de sus libros.


 

Uno de esos libros es el que comentaré aquí: Juárez, la rebelión interminable, de Salmerón (doctor en Historia por la UNAM, posdoctorado en la ENAH, articulista de La Jornada y profesor en el ITAM), ilustrado por Aviña (caricaturista desde 1970, dibujante en Memín Pinguín y, sorprendentemente –al menos para mí– de El libro vaquero y El libro policiaco). En él, el autor nos presenta su interpretación sobre la época de gobierno de Benito. Por supuesto comienza con una serie de datos biográficos que no por conocidos son menos interesantes y nos cuenta cosas que la educación escolar omitió enseñarnos: cuando se nos contaba la historia de Juárez se nos decía que era un pobre pastorcillo en Guelatao y que, después de perder unos animales, decidió irse a Oaxaca a vivir con su hermana… de ahí, la historia escolar brincaba a Juárez Presidente. De Pastor a Presidente, como mala historia para teatro. Bien, pues Salmerón (y otros autores de los arriba citados) nos cuenta las razones, la historia de la educación y las vicisitudes que Juárez pasó desde su entrada al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca hasta su muerte en 1872. 

 

¿Cuál es el valor de esta obra? En mi opinión, claro, es poder leer una interpretación de la época que México atravesaba durante los años 40-70 del siglo XIX, la época de ejercicio de Benito. Claro que para entender esta época histórica hay muchos libros entre los que podemos contar el monumental Patria de Taibo II, pero sobre Juárez, este libro de Salmerón es muy bueno y, tratando de no caer en fanatismos, nos presenta una imagen de Juárez muy diferente a la que nos enseñaron en la escuela.

 

Cincuenta capítulos en doscientas sesenta y una páginas para acercarnos a Juárez y su época. Algunos capítulos están dedicados a otros personajes que, sin duda, influyeron en Benito, especialmente durante la época de la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa y Salmerón no pudo (o no quiso) abstraerse de escribir sobre algunos combates, algunas personalidades y las consecuencias que tuvieron sobre la historia nacional. Deja de lado a personas que otros autores tratan extensamente como es el caso de su yerno Pedro Santacilia, al que ni siquiera menciona en esta obra, pero más que una omisión me parece una decisión basada, acaso, en que algunos personajes no son atractivos para Pedro Salmerón.

No voy a destriparles el libro (que, por lo demás, es historia sabida), pero espero poder compartir algunas de las notas que tomé mientras leía el libro. Por supuesto, lo recomiendo. Se le puede conseguir por internet y cuesta cerca de 150 pesos.

Si ya lo leyó, coméntelo y compártalo. Si no lo ha leído dese la oportunidad y verá que lo disfruta.

 

Ricardo Marcos-Serna

Ciudad Juárez, Chihuahua

02 de diciembre 2020, 11:00h

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